Buenas,
Hoy tenemos una pieza de escenografía fácil. Aprovechando los restos de los regalos de las recientes fiestas navideñas es sencillo hacerse con un trozo de porexpan (corcho blanco de toda la vida) que tenga una forma más o menos curiosa.
Con un sencillo proceso los podemos convertir en ruinas que sin ser el paradigma de la escenografía pueden cumplir el objetivo de "escenografía fácil", es decir, que el esfuerzo invertido comparado con el resultado obtenido nos sale a favor.
Primero conseguimos una bandeja de porex y la montamos como nos parezca oportuno. Pellizcamos para emular destrozos y rompemos partes aleatoriamente. En este caso también he recortado rectángulos de cartón para emular restos de baldosas.
Luego pintamos en negro para después ir dando capas de pincel seco con grises cada vez más claros.
Con arena fina hacemos césped; vegetación que ha ido creciendo a lo largo del tiempo. Pintamos de verde y vamos aclarando con amarillos y/o marrones según como queramos que quede.
Pegamos piedras pequeñas en distintas zonas y las pintamos del color deseado.
Y básicamente ya está. Podríamos haber texturizado las paredes para que no se vieran las bolitas del corcho o añadir muchos más detalles pero la idea era hacerlo muy simple. Podríamos crear un montón de estos en en muy poco tiempo y llenar una mesa sin problemas. Os dejo un par de fotos más.
Y ya está. Nos vemos pronto. ¡Salud!
2 comentarios:
Sencillo y al alcance de todos.
Esa es la idea. Gracias por pasarte.
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